Mt 7,21-27
Ante las tempestades, los vaivenes de la vida, nuestros miedos e inseguridades, hay una roca que ningún mar, ningún océano, ni la tormenta, ni los maremotos pueden desplazar. Quien construye su casa, quien pone su confianza en el Padre, notará que su vida no se tambalea. En el dibujo de Patxi se aprecia una situación dramática. Son muchos los dramas que circundan al hombre y a la mujer de hoy. En contraste está esa sonrisa, ese equilibrio y naturalidad de Dios. Él siempre está en el fondo, sosteniéndonos. Es nuestro apoyo, nuestra roca. ¿A quién temeremos? Seamos sensatos y dejémonos guiar por la Palabra que es la roca que nos salva. Ése es también el mensaje de Benedicto XVI para esta Cuaresma que, muy pronto, iniciaremos. Podríamos repasar durante esta semana nuestro miedos e inseguridades. ¿Sentimos el apoyo de Dios, lo consideramos nuestro cimiento? (BLOG KAMIANO)
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