La Ascensión
Mt 28,16-20
Jesús se va pero sigue en medio de nosotros. Su marcha es una invitación a que entremos en el tiempo de la Iglesia, de ser Iglesia, comunidad de los amigos de Jesús que van anunciando por todo el mundo el Amor de Dios. Comunidad que acoge, vive y anuncia la Palabra. Comunidad del Espíritu, que hace memoria continua del vivir y actuar de Jesús. Comunidad alegre, de “corazones”, no de tormentas ni caras largas –de estas está ya bien servido nuestro mundo-.
Jesús se va pero está en esa Iglesia viva, servidora y fiel. Él no abandona a su comunidad, tan querida y tan amada, tan pequeña y, al mismo tiempo, instrumento tan hermoso por haber salido de las manos del Señor.
Hagamos discípulos por “contagio”, desde la vida y el compromiso, la oración, la celebración y el compartir con los otros. Recuerda: estamos enviados a compartir el regalo del Evangelio con toda la tierra.
(Fuente: Kamiano)
Con la fiesta de la Ascensión de Jesús, llega nuestro turno, el turno
de todos sus amigos para ir anunciando por todo el mundo su Palabra,
atravesada de tanto Amor. Dios tiene Corazón. Un Corazón enorme que
quiere ser conocido y amado. Por eso en esta Jornada Mundial de las
Comunicaciones sociales pedimos por todos los que se dedican al anuncio
del Evangelio y por todos los comunicadores, periodistas, delegados de
medios, catequistas, anunciadores dela Palabra. Por toda la gente que
hace de su vida un testimonio sencillo y eficaz de cuánto nos quiere el
Señor. Es tiempo de anunciar impulsados por Jesús Resucitado y por su
Espíritu. El mundo está necesitado de esta noticia de vida y de
transformación.
La Ascensión es una fiesta que nos impulsa, un trampolín para que no
tengamos miedo y transmitamos en nuestras vasijas de barro lo que gratis
hemos recibido.
Fuente: KAMIANO
No hay comentarios:
Publicar un comentario