Salmo 150
Alabe el corno, la cítara y arpa,
el tamboril, las maracas.
El címbalo sonoro, la buena danza
¡Cantad, de Dios, su gran hazaña!
Sea nuestra vida una canción
que cante la obra del Señor.
Vean en mi vida a mi Dios
que me trajo a la tierra por amor.
La vida entera alabe a Dios,
Padre, Hijo y Espíritu de amor.
Que cante nuestra vida,
que cante mi oración,
el canto de mi vida
¡alabe a Dios!
Alaben las mentes,
¡también las almas!
los pies cansados tras su pisada.
Los ojos que serenan con sus miradas
¡vivamos todos juntos una sola alma!
Que vibren sonajeros,
¡tocad las palmas!
Flauta y violín,
suenen guitarras.
Que griten los silencios,
susurren las almas,
tornemos las discordias
por banderas blancas
Pongamos en la vida
tan sólo Palabra.
Nazcan nuestras ideas,
todas, del alma.
Convoquen a la vida
que nos trae Dios-Salva
y él nos ilumine como sol del alba.
Fuente: Una foto y una canción
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